Editorial- El adiós a una figura clave para el colectivo de síndrome de Down en España

PALABRAS CLAVE: Down España, Revista, Pedro Otón
Autor: Down España
Fecha de publicación: 01/12/2010
Clase de documento: Artículos
Formato: Texto

Referencia bibliográfica

> Editor: Down España
> Nº de páginas: 1
> Colección de datos: Revista Down España nº 46

RESUMEN:

Pedro Otón, asumió la presidencia en 1998 y hasta su muerte trabajó y luchó por los derechos de las personas con síndrome de Down. Bajo su presidencia se realizaron numerosos logros para nuestro colectivo.

EDITORIAL - EL PASADO 29 DE OCTUBRE FALLECÍA EN MURCIA PEDRO OTÓN, LA FIGURA MÁS REPRESENTATIVA DEL MOVIMIENTO ASOCIATIVO DOWN DE ESPAÑA EN LOS ÚLTIMOS AÑOS.

Pedro asumió la responsabilidad de la presidencia en el año 1998, tras una grave crisis institucional que casi supuso la desaparición de la entonces FEISD (actualmente DOWN ESPAÑA). Desde aquel momento hasta su fallecimiento trabajó y luchó por marcar las directrices y las líneas de trabajo necesarias para el desarrollo de una filosofía propia de actuación con las personas con síndrome de Down, por el desarrollo de actuaciones y proyectos innovadores en los que involucrar a todas las instituciones que conformaban la Federación y por defender los derechos de las personas con síndrome de Down de España, construyendo un discurso que nos ha permitido ocupar un sitio propio dentro del mundo de la discapacidad en España.

Una de las principales virtudes de Pedro fue saber recoger y articular aquello que las familias y las propias personas con síndrome de Down demandaban: un sistema de atención que promoviera la autonomía y la independencia, de forma que, con el apoyo y el acompañamiento necesario, pudieran ser dueños de sus actos y de su vida.

Sin embargo esa no fue su única virtud. Habría que destacar también su infatigable capacidad de trabajo, su claridad de ideas, su agilidad mental y su habilidad para reconocer las buenas iniciativas e incorporarlas al servicio de las personas con síndrome de Down.

Pedro era un hombre que defendía con fuerza las ideas en las que creía por lo que se ganó, dentro y fuera del movimiento asociativo Down, la confianza y amistad de muchos, convirtiéndose, al mismo tiempo, en persona incómoda para otros, que llegaron a tacharlo de integrista, de visionario o de sectario. Sin embargo no cabe la menor duda de que tanto sus seguidores como sus detractores siempre mantuvieron ante él una actitud de respeto hacia su integridad y honestidad.

Aquellos que tuvieron la suerte de compartir con él la responsabilidad de la Dirección de DOWN ESPAÑA, recuerdan cómo cada reunión de Junta Directiva era una oportunidad para aprender, cada nueva iniciativa que planteaba, una muestra de su brillantez y capacidad, cada decisión tomada, un paso firme hacia la mejora del bienestar de las personas con síndrome de Down, sus familias y las entidades en que nos integramos.

Pero no todo en Pedro fue discurso, filosofía y planteamiento teórico. Bajo el mandato de Pedro Otón, DOWN ESPAÑA ha alcanzado importantes logros, tales como la creación y afianzamiento de los Encuentros Nacionales de Familias, la elaboración de los Planes de Acción cuatrienales, la puesta en marcha de las redes de profesionales de Down España, el primer Congreso Nacional de Educación, el Programa Nacional de Salud, la creación de la marca “DOWN”, que muchas entidades ya compartimos, el desarrollo de la fórmula de Patrimonio Protegido y la inserción en la Ley 36/2006 de Promoción de la Autonomía y Atención a las Personas en Situación de Dependencia, de los “Servicios de Promoción de la Autonomía Personal” (SEPAP), así como otros muchos que integrarían una inmensa lista difícil de integrar en este editorial. Sus dos últimos hitos fueron el II Congreso Iberoamericano sobre el Síndrome de Down y la creación de la Federación Iberoamericana de Síndrome de Down (FIADOWN).

Con la muerte de Pedro Otón, nuestro movimiento asociativo ha perdido uno de sus grandes líderes, y la mejor manera de honrar su figura es continuar trabajando en la misma línea que comenzó a trazar, con su mismo ímpetu y con el mismo tesón que siempre nos mostró.

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